Cuando pensamos en la combinación límites y niño lo primero que nos viene a la cabeza es la necesidad de conocer, encontrar o aprender formas eficaces para educar a nuestros hijos en el cumplimiento de las normas, es decir, que hagan lo que tienen que hacer y no otra cosa. Nos preocupa que sean respetuosos, dóciles, obedientes y que entiendan que cuando decimos “no” significa “NO”. Sin embargo, después de probar infinidad de estrategias, a veces varias a la vez, después de gritar, amenazar, suplicar, sobornar, premiar, castigar o culpabilizar, nos preguntamos: ¿verdaderamente existe una fórmula exitosa?,
A veces y como consecuencia de vivir inmersos en este “tira y afloja” con el niño, nos acaba sobreviniendo una sensación agridulce: ¿qué es lo que no funciona: la técnica, el niño o nosotros?.Sin embargo, antes de buscar “culpables o responsables”, es necesario que dediquemos un primer tiempo a preguntarnos qué significado tienen los límites en la vida de las personas, para qué sirven y por qué son tan importantes.
Los límites son mucho más que “decir NO”, tienen una finalidad más profunda que la de “educar a otro”, los límites nos estructuran y nos ayudan a que nuestro mundo interno y externo sea consistente y seguro, por ello debemos tratarlos con cuidado y con sentido. Debemos pensar muy bien en ellos antes de entrar en la urgencia del NO.
Os esperamos:
- Cuándo: Jueves 13 de enero a las 17:30
- Dónde: Aula Magna de eduqa La Moraleja
- Ponente: Loreto Cid
- Ludoteca para vuestros hijos, bajo previo aviso.
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